Desarrollar el TRONCO del Árbol de Prácticas - Nivel 2

Nivel 2 - DESARROLLAR EL TRONCO DEL ÁRBOL DE PRÁCTICA

En este nivel se toma el paso imprescindible de comenzar a reconocer una autoridad superior al ego limitado y a entrar en relación intima con ella como una Guía del camino.

La relación Guía Interno y ego positivo es la relación semilla de todas las relaciones del el trabajo energético.

 

El Despertar del Guía Interno

Sanar el Linaje Ancestral

Armonizar los 5 Elementos: Reciclar Emociones Negativas - Potenciar Emociones Positivas

Integridad Energética y Protección Psíquica

Principios Energéticos 1: los Ocho Trigramas del I Ching, los Principios Rectores del Trabajo Energético


El Despertar del Guía Interno

En los antiguos relatos taoístas sobre la creación, se menciona que antes de que un ser encarne, hace un acuerdo con la Creación (Mente Original) sobre el propósito por el cual viene a la dimensión de los cambios.  El acuerdo consiste en que la Creación suministra todas las condiciones necesarias para que el ser logre su propósito. El individuo se compromete a trabajar con cualquier situación que la Creación presenta como necesaria. Este proceso se denomina “cumplimiento de destino”.

Para que el ser que encarna no olvide o se extravíe en el cumplimiento de su destino, la Creación coloca una semilla de sí misma en el centro del pecho de cada ser.

La semilla de luz en el centro energético del corazón es la brújula que indica la dirección a seguir para el cumplimiento de destino. Esta semilla es el Guía Interno o Maestro Interno o el Ser como lo denominaba Carl Jung. Su único propósito es ayudarnos a cumplir nuestro destino sin extraviarnos.

Los alquimistas de la antigüedad, sabiamente observaron, que “dentro de todo lo creado está la semilla de la perfección”. El Guía Interno, no es solamente la brújula espiritual, sino que a la vez es la semilla de la perfección que reside dentro de nosotros. Carl Jung observó que el Ser/Guía Interno es el que administra el proceso de auto desarrollo. Todo lo que nos ocurre, de una manera u otra, es parte del plan que el Guía Interno administra para asistirnos a encontrar el camino a seguir.

En este nivel se toma el paso imprescindible de comenzar a reconocer una autoridad superior al ego limitado y a entrar en relación intima con ella como guía del camino.

La relación Guía Interno y ego positivo es la relación semilla de todas las relaciones del el trabajo energético.

 

 

Sanar el Linaje Ancestral

A veces se asume que nuestros ancestros pertenecen al pasado y que su ausencia física es indicio de que están ausentes de nuestras vidas. Esta creencia es especialmente fuerte si nuestros antepasados fallecieron hace muchos años, o antes de nuestro nacimiento. Esta suposición es una creencia de nuestra parte, no una realidad energética.

La realidad energética es que nuestros ancestros están siempre presentes en todos los aspectos de nuestra vida. Están presentes en el código genético, en nuestra sangre, en los rasgos físicos de nuestro cuerpo, en la estructura emocional que tejemos durante nuestra existencia y en situaciones que continúan repitiéndose en la estructura familiar de la que formamos parte. Los ancestros están presentes no solamente en las cosas negativas que hemos heredado, sino también en nuestros talentos y habilidades, las profesiones que elegimos, e inclusive en los lugares que escogemos para vivir.

Los traumas que nuestros ancestros experimentaron, los deseos que no fueron capaces de satisfacer, las promesas que se hicieron y los patrones emocionales que desarrollaron, son heredados por todos los miembros de la familia como ciclos pendientes que buscan soluciones creativas.

La senda del desarrollo personal no sigue una ruta abstracta, sino que sigue el camino trazado por nuestros ancestros en su paso por el mundo haciendo buenas y malas decisiones. El trabajo con las emociones se profundiza liberando los obstáculos de nuestro pasado.

 

 

Armonizar los 5 Elementos: Reciclar Emociones Negativas - Potenciar Emociones Positivas

Uno de los ocho principios del trabajo energético es aprender a completar aquello que empezamos. Cada vez que comenzamos algo ponemos en marcha un ciclo energético que busca completarse. Si un ciclo queda incompleto, la energía que sostiene ese ciclo no es liberada para otros fines. Aquellas situaciones de nuestro pasado que han quedado inconclusas son ciclos que acaparan una gran cantidad de energía. La suficiente para no tener éxito en cualquier cosa que emprendamos.

La capacidad de establecer un objetivo, mantenerlo y llevarlo a buen puerto depende de la eficacia de la conexión entre el flujo de las energías del cielo y la tierra y nuestro sistema energético. Las emociones negativas son como limitadores de velocidad que frenan la circulación de nuestra fuerza vital. El primer paso de la Práctica nos permite transformar las emociones negativas y concluir los ciclos que están pendientes.

Todo aquello que nos proponemos hacer no se realiza a través de acumular energía, sino que se cumple a través de permitir que el océano infinito de la fuerza vital fluya por nosotros y se oriente en la dirección que nos hemos fijado.

La capacidad de ahondar en nuestro pasado y de perseverar en la resolución de viejos asuntos se ve posibilitada por todo lo que hemos puesto en movimiento con las prácticas introductorias y por el nivel de integridad personal que se va desarrollando.

Uno de los resultados de Armonizar los Cinco Elementos y Reciclar las Emociones Negativas, es fuerte sentimiento de estabilidad e integridad interior, que no lo afecta el torbellino mundano. Esto se manifiesta como un sentido del yo suficientemente fuerte capaz de liberar obstáculos y superar dificultades sin caer en el sentimiento de lástima o sentirse víctimas de la circunstancias. Sin un ego positivo suficientemente estructurado el proceso de transformación no se logra con consistencia y regularidad.

 

Tras liberar las energías estancadas del pasado, acabar ciclos y en aprender a transformar estados emocionales negativos en pura vitalidad. Mientras liberamos los patrones negativos, simultáneamente estamos abriendo espacio para que las emociones positivas se manifiesten con mayor frecuencia e intensidad.

Lo que sigue es Fomentar las emociones positivas que se manifiestan a través de cada órgano, cuando cultivamos niveles superiores de conciencia y estados mentales positivos. La síntesis del conjunto de emociones positivas es la experiencia de la compasión. La apertura de la segunda caldera del corazón se va logrando a medida que la perspectiva altruista generada por la compasión va transformando nuestra manera de relacionarnos con todos los seres de la creación.

El trabajo en este nivel sienta las bases del ingrediente alquímico adecuado para las prácticas superiores del Fuego y el Agua.

 

Llegados a este nivel, se emplean las frecuencias superiores de la compasión y de los estados positivos mantenidos de forma continuada, para armonizar todo el sistema de meridianos.

En circunstancias habituales, el canal central es el único meridiano en el que el yin y el yang interactúan para generar Energía Creativa. El resto del sistema de meridianos se encuentra polarizado y sólo es yin o bien yang.

En esta última parte de la Armonizar los 5 Elementos, se hace circular la Energía Creativa por todo el sistema de meridianos, aumentando rápidamente la frecuencia de todo el sistema.

Las energías activadas en los primeros niveles de Armonizar los 5 Elementos, ponen en marcha un profundo proceso de sanar a nivel personal y gradualmente de la familia entera.

 

Diferentes Niveles de Práctica de Armonización de Emociones:

 

 

Integridad Energética y Protección Psíquica

El título del hexagrama 38 del I Ching es “La Oposición” y su tema principal es mantener el centro no importa lo difícil que pueda ser una situación.

En nuestra era, el alto estrés ha reemplazado a la alegría como el estado de ánimo más común. A pesar de grandes avances tecnológicos y abundancia de bienes materiales, la calidad de vida y salud mental de una gran mayoría de seres humanos se ha deteriorado considerablemente en los últimos años. Las mismas cosas que están supuestas a hacer la vida más fácil y ofrecer más oportunidades, son a menudo la causa de preocupación y ansiedad.

El ser capaz de fluir con los cambios y a la vez mantenerse centrado, es una de las metas fundamentales de todas las grandes tradiciones de auto desarrollo.

El momento en que no somos capaces de mantenernos firmemente enraizado a nivel energético, emocional y mental, la calidad de nuestros pensamientos, decisiones y actos se deteriora. El tremendo número de nuevas enfermedades que están apareciendo desde la segunda mitad del siglo pasado, se deben al alto nivel de estrés y falta de recursos internos para afrontar cambios acelerados.

Venimos al mundo con un claro propósito que cumplir, pero cuando se deteriora la calidad de nuestros pensamientos y decisiones, dejamos de ver nuestras razones para estar aquí, y la vida se convierte en una lucha por la supervivencia a cualquier precio.

En este nivel aprendemos a utilizar todos los recursos desarrollados hasta ahora para mantener una estructura mental y emocional capaz de fluir con los cambios en vez de resistirlos inconscientemente. 

 

Uno de los problemas más comunes que afectan al trabajo energético es la falta de integridad energética debida a una confusa definición de los límites personales. Esta confusión de los límites permite que uno se vea fácilmente afectado por energías negativas, que tenga una sensibilidad extrema a otras personas y lugares, que halle dificultades a la hora de proteger su entorno personal, que quede abrumado bajo el peso de gente con fuerte personalidad, que se vea envuelto en situaciones con las que no está de acuerdo o que sea fácilmente influenciado o poseído por entidades.

Todos estos factores son síntomas de que el sistema energético y, sobre todo, los puntos energéticos de la Órbita Microcósmica están frágiles o bloqueados. A consecuencia de ello, al organismo le es muy difícil mantener su integridad energética.

Las emociones reprimidas y soterradas pueden producir la sensación de que somos víctimas de las circunstancias y de que “no tenemos suerte”. A nivel estructural, puede ocurrir que la persona no disponga de una correcta conexión con las energías del cielo y de la tierra y que éstas, de rebote, estén muy por debajo de su potencial vibratorio.
Lo fundamental para poder resolver este problema es conectar con la tierra sobre la base de una práctica cotidiana. Cerrar vínculos negativos generados por promesas, acuerdos y permisos que nos hacen vulnerables. Hay que trabajar con el sistema de meridianos todavía más intensamente, por medio de la Órbita Microcósmica. Empezar por eliminar la carga emocional y favorecer un mejor flujo energético, por medio de los Seis Sonidos Curativos y el Armonizar los Cinco Elementos 1, y expandir la personalidad, pasando de una focalización exclusiva en uno mismo a un sincero proceso de ayuda a los demás.

En este importante nivel se aprende a cómo generar integridad energética, cómo reconocer que hay interferencias que están tomando lugar, qué hacer en situaciones de interferencias por espíritus y cómo guiar a la luz de la dimensión del astral superior a estas entidades estancadas en la dimensión del astral inferior. Éste es un área imprescindible a saber cómo trabajar por la gran cantidad de problemas de salud y sociales que se originan por interferencias energéticas.

 

  

Principios Energéticos 1: los Ocho Trigramas del I Ching, los Principios Rectores del Trabajo Energético

El I Ching es un antiquísimo libro de instrucciones de cómo vivir y desarrollar nuestro potencial al máximo.

Las enseñanzas del I Ching son transmitidas a través de ocho principios básicos que se conocen como “Los Ocho Trigramas”.

Los Ocho Trigramas del I Ching son los ocho principios fundamentales para llevar a cabo el programa entero de auto desarrollo.

Suministran una estructura simple y poderosa de cómo utilizar el poder de la intención de la manera más eficaz posible.

El integrar en nuestra manera de pensar y organizar nuestras prioridades basado en los ocho principios del I Ching genera un fuerte sentimiento de propósito y claridad.

El aprender a vivir mejor no se logra improvisando o haciendo decisiones a ciegas, se logra operando desde estructuras mentales fiables puestas a prueba por milenios de experiencia y sabiduría.